La costa Este de Estados Unidos, desde Florida hasta Nueva Inglaterra, está en alerta por el huracán Irene, que podría llegar el fin de semana con una fuerza arrolladora, advirtieron las autoridades de la agencia estadounidense de manejo de emergencias (FEMA).
Las autoridades también destacaron que están trabajando con sus pares en Puerto Rico para identificar, movilizar y proveer los equipos y recursos necesarios para aliviar el impacto de la emergencia, decretada por el presidente Barack Obama para desembolsar fondos federales a la isla golpeada por Irene entre el domingo y el lunes, reveló Efe.
"Es imperativo que los habitantes de los estados que podrían verse afectados a finales de esta semana (por Irene) tomen esta tormenta seriamente", dijo Craig Fugate, directivo de FEMA.
El último huracán categoría 3 que golpeó Carolina del Norte (sureste de Estados Unidos, en la costa atlántica) fue Fran, en 1996, que dejó 20 muertos.
Los funcionarios de emergencia siguen con mucha atención el desarrollo de Irene sobre todo porque es el primer huracán que amenaza seriamente la costa de Estados Unidos en tres años, a medida que cobra fuerza al pasar por las cálidas aguas tropicales. Ningún huracán golpea EEUU desde 2008.
El huracán ya azotó este martes República Dominicana con intensas lluvias y vientos de 160 kilómetros por hora (kph) que dejaron al menos 11.000 desplazados, mientras avanza hacia las islas Turcos y Caicos.
Irene es un huracán de categoría 2 desde la noche del lunes, cuando llegó a Dominicana tras su paso por Puerto Rico.
El martes mantuvo vientos máximos sostenidos de 160 kph y se halló 85 km al noroeste de la ciudad dominicana Puerto Plata y 100 km al sur de la isla Gran Turco, informó el reporte del Centro Nacional de Huracanes (NHC) con sede en Miami, refirió AFP.
Las autoridades dominicanas declararon alerta máxima en 24 de las 32 provincias del país, donde ya hay 11.157 personas desplazadas, según el Centro de Operaciones de Emergencia (COE), de las cuales 1.407 en albergues y el resto en casas de familiares.
La mayoría de los albergados está en la provincia de María Trinidad Sánchez, donde queda la pequeña ciudad costera de Nagua, y otra cantidad está en Puerto Plata, ambas en el norte del país.
El resto fue distribuido en las provincias surorientales de San Pedro de Macorís, La Romana y La Altagracia, donde está el turístico balneario de Punta Cana. El gobierno activó más de 2.000 refugios.
La ONU inició gestiones para ayudar a Dominicana y la vecina Haití, que ya se salvó de un desastre climático a principios de agosto cuando la tormenta tropical Emily rozó su territorio. En Haití aún hay 300.000 personas en campos de refugiados tras el sismo de 2010.
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